Si uno se atiene a las cifras oficiales que publican con frecuencia las autoridades y operadores del sistema concluye que en Colombia el Servicio de Salud funciona de puro milagro.

Según la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, ACHC al 31 de diciembre del año pasado la cartera hospitalaria presentaba la deuda más alta registrada en los últimos 25 años y con un agravante, la morosidad supera el 55%.

Al cierre de 2022 las deudas de las EPS, tanto del sistema contributivo, como del subsidiado, el Estado, las aseguradoras Soat las ARL y otros compradores de servicios de salud ascendían a 14 billones de pesos.

Nadie parece interesado en pagar a las clínicas y hospitales del país por los servicios prestados.

Y como en la famosa canción de la Sonora Matancera todos se echan la culpa unos a otros.

Más allá de quien sea el responsable. Hay dos preguntas pendientes:

La primera, ¿qué pasará con los servicios de salud cuando los créditos, los ahorros y la paciencia de los dueños de las clínicas y hospitales se acaben?

Y la segunda interrogante qué es esencial:

¿A alguien le importa?

En este episodio de Periodistas Sin Filtro conversamos con el director de la ACHC, Juan Carlos Giraldo Valencia.

¡Bienvenidos!