Desde finales de los años 80 la UPC fue escenario de luchas estudiantiles y movilización social, pero la alianza entre grupos paramilitares del Cesar con la clase política dominante en la región creó todo un aparato social, una forma de operar política y financieramente que capturó a la Universidad Popular del Cesar, cooptó la academia y produjo una burocracia universitaria que sirvió a propósitos ilícitos. La UPC sucumbió a una peligrosa atmósfera social, en la que se naturalizaron las vulneraciones masivas y sistemáticas de derechos humanos.

Participantes: Imelda Daza Cotes, docente Universidad Popular del Cesar y sobreviviente del genocidio de la Unión Patriótica en los años 80 y 90.
Ana Ferrer, coordinadora territorial de Cesar y La Guajira de la Comisión de la Verdad.