Entrevista a Jorge Pisa Sánchez, licenciado en historia. Son muchos los seres humanos que a lo largo de la historia han hecho lo imposible para saciar sus ansias de acumulación de poder y dominación sobre los demás. Sin embargo, llama la atención aquellos que teniendo la posibilidad de poseerlo todo en sus manos se hayan podido mostrar reacios a utilizarlo y a complacer su propio ego. Este es el caso de Tiberio César Augusto, emperador de Roma, a partir del 14 d.C, al cual nunca le gustó que le adularan ni que le rindieran pleitesía. Un hombre, de una extrema timidez, que por las intrigas y decisiones politicas de la época se vio abocado a tomar las riendas de uno de los Imperios más importantes de la historia: el Romano. No obstante, su necesidad de mantenerse aislado y sin contacto con el mundo social y político de la época, parece que propiciaron en él toda clase de pensamientos negativos, que derivaron en una extrema crueldad y a relacionarlo con innumerables actos de perversión sexual y sadomasoquismo. Pero, ¿Quién era realmente este hombre? ¿Cómo fue su ascensión al poder? ¿Es cierto que tuvo que renunciar a la mujer que amaba para conseguirlo? ¿Por qué, siendo emperador, decidió aislarse de todo y de todos? ¿De qué forma murió? Para responder a estas y otras cuestiones tenemos con nosotros a Jorge Pisa Sánchez, licenciado en Historia.