Jueces 5: Voluntarios Valientes.
Sep 22, 2022 ·
7m 29s
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Notas En Español e Ingles: Jueces 5: Voluntarios Valientes. Jueces 5:1-9: (Leer en sus biblias) “Cuando escogían dioses nuevos, la guerra estaba a las puertas; y no se veía ni...
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Notas En Español e Ingles:
Jueces 5: Voluntarios Valientes.
Jueces 5:1-9: (Leer en sus biblias)
“Cuando escogían dioses nuevos, la guerra estaba a las puertas; y no se veía ni lanza ni escudo entre cuarenta mil en Israel. ¡Mi corazón está con los jefes de Israel! Los que voluntariamente se ofrecieron entre el pueblo: ¡Bendigan al SEÑOR!
———————————————
Este capítulo es un himno de declaración de victoria de Débora y Barac. El tema de este canto es contar cómo era la situación tan triste de un pueblo que estaba oprimido pero que ahora estaba siendo liberado, gracias a la actitud voluntaria de hombres y mujeres que tomaron la decisión de salir del temor y tomaron acciones valerosas ante el enemigo.
Cuando se hizo el llamado por toda la región de Israel, unas tribus en el norte aceptaron el llamado y otras tribus fueron negligentes, miedosas o indiferentes ante el problema de sus hermanos.
¡Pero gracias a Dios que levantó a miles con corazón dispuesto, que aunque tenían menos ventajas sobre el enemigo, ellos creyeron en la palabra de Dios y salieron confiando que el Señor estaba con ellos!
Al final del cántico se le da un honor especial a Jael, la mujer que Dios usó junto a Débora para darle la estocada final al enemigo, matando al rey de forma muy sutil, hábil y valerosa.
Aquí vemos la importancia de escuchar la voz de Dios y también de tomar acción y levantarse. Un corazón voluntario, dispuesto y valiente es aquel que da el primer paso de fe cuando muchos están dudando en darlo. Es aquel que pone primero el bienestar de otro que el de él mismo. Es el que arriesga todo porque ve que la recompensa es mejor. Lo hace por su familia y sus hijos. Lo hace creyendo en sus convicciones firmes y por sus principios de vida.
Hoy quiero reconocer la labor de aquellos hombres y mujeres que tomaron la decisión de unir sus vidas para levantar una familia bajo el temor de Dios, que renunciaron a otros planes y ambiciones personales por mantener el hogar unido, que declinaron ofertas buenas porque vieron que el hogar podría ser afectado, que sus hijos sufrirían y estarían más vulnerables ante los peligros del diario vivir.
Honramos a las madres que decidieron dedicarse a la crianza de sus hijos, renunciando a placeres personales e individuales y por años se desvelaron, madrugaron y se negaron a sí mismas por el bienestar de sus hijos.
En una sociedad donde muestran a los hijos como estorbos y hasta se ha aceptado el aborto porque ven a un bebe como obstáculo para poder prosperar, estas madres valientes creyeron a la Palabra de Dios que dice que los hijos son herencia del Señor, y aunque no han sido perfectas y han cometido errores en este trayecto de la crianza, dieron lo mejor de sí mismas, y se comprometieron delante de Dios a levantar hijos con principios y valores, como buenos ciudadanos para la sociedad.
Las que tienen su esposos, ellas han sido para ellos ese apoyo y respaldo, animando a su esposo y aconsejándolo con palabras de fortaleza, aconsejando con firmeza pero con compasión cuando está haciendo algo erróneo en el hogar.
También a aquellas que no tienen un esposo a su lado pero que han hecho al Señor como su esposo fiel, y se han levantado como Débora entre sus hijos como un pilar de provisión material pero también espiritual, una columna de fortaleza, como un faro que los guía en medio de la oscuridad.
Honramos a esos padres que no siguieron el ejemplo de sus amigos que tuvieron hijos pero nunca respondieron por ellos y vivieron vidas desordenadas, sin ningún propósito noble y admirable. Gracias, padres esforzados, porque se han mantenido fieles y perseverantes con su compromiso voluntario de amar, proveer y proteger. Por levantarse como un líder en el hogar y tomar las riendas espirituales de su familia, intercediendo por su matrimonio y sus hijos, peleándolos de rodillas y ganándole batallas espirituales al enemigo cuando ha querido destruir el hogar.
Gracias a todos aquellos que se han voluntariado para servir al Señor en su congregaciones con sus aportes y talentos, que han escuchado el llamado para ofrendar su tiempo, sus fuerzas, sus capacidades profesionales para engrandecer el nombre del Señor en sus iglesias en diferentes áreas.
Espero que este mensaje te ayude a creer que todo esfuerzo tendrá su recompensa, y a su tiempo el Señor honrará tu labor, tanto en tu hogar como en tu congregación.
Soy Eduardo Rodríguez.
🇺🇸
Judges 5: Courageous volunteers.
Judges 5:1-9:
Then Deborah and Barak the son of Abinoam sang on that day, saying: “When leaders lead in Israel, when the people willingly offer themselves, bless the Lord!
“Hear, O kings! Give ear, O princes! I, even I, will sing to the Lord; I will sing praise to the Lord God of Israel.
“Lord, when You went out from Seir, when You marched from the field of Edom, the earth trembled and the heavens poured, the clouds also poured water; the mountains gushed before the Lord, this Sinai, before the Lord God of Israel.
“In the days of Shamgar, son of Anath, in the days of Jael, the highways were deserted, and the travelers walked along the byways. Village life ceased, it ceased in Israel, until I, Deborah, arose, arose a mother in Israel. They chose new gods; then there was war in the gates; not a shield or spear was seen among forty thousand in Israel. My heart is with the rulers of Israel who offered themselves willingly with the people. Bless the Lord!
———————————————
This chapter is a Deborah and Barak victory declaration hymn. The theme of this song is to tell how the sad situation of a people was that was oppressed but now they were being liberated, thanks to the voluntary attitude of men and women who made the decision to get out of fear and took courageous actions against the enemy.
When the call was made throughout the region of Israel, some tribes in the north accepted the call and other tribes were negligent, fearful or indifferent to the problem of their brothers.
But thank God that He raised up thousands with willing hearts, that even though they had fewer advantages over the enemy, they believed in the word of God and went out trusting that the Lord was with them!
At the end of the song, a special honor is given to Jael, the woman that God used with Deborah to deliver the final blow to the enemy, killing the king in a very subtle, skilful and courageous way.
Here we see the importance of hearing the voice of God and also of taking action and getting up. A willing and courageous heart is one that takes the first step of faith when many are hesitating to take it. He is the one who puts the well-being of another before his own. He is the one who risks everything because he sees that the reward is better. He does it for his family and his children. He does so believing in his firm convictions and his principles of life.
Today I want to recognize the work of those men and women who made the decision to unite their lives to raise a family in the fear of God, who gave up other plans and personal ambitions to keep the home together, who declined good offers because they saw that the home could be affected, that their children would suffer and be more vulnerable to the dangers of daily life.
We honor the mothers who decided to dedicate themselves to raising their children, renouncing personal and individual pleasures and for years they kept awake, got up early and denied themselves for the well-being of their children.
In a society where children are seen as hindrances and abortion has even been accepted because they see a baby as an obstacle to being able to prosper, these brave mothers believed the Word of God that says that children are an inheritance from the Lord, and although they did not have been perfect and have made mistakes in this parenting journey, they gave the best of themselves, and they committed themselves before God to raise children with principles and values, as good citizens for society.
Those who have their husbands, they have been that support to them, encouraging their husband and advising with words of strength and advising firmly but compassionately when he is doing something wrong in the home.
Also to those who do not have a husband by their side but who have made the Lord their faithful husband and have risen up like Deborah among their children as a pillar of material but also spiritual provision, a column of strength, like a beacon that guides in the midst of darkness.
We honor those fathers who did not follow the example of their friends who had children but never vouched for them and lived messy lives, without any noble and admirable purpose. Thank you, hard working fathers, because you have remained faithful and persevering with your voluntary commitment to love, provide and protect. For rising up as a leader in the home and taking the spiritual reins of the home, interceding for your marriage and your children, fighting them on your knees and winning spiritual battles against the enemy when he wanted to destroy the home.
Thank you to all those who have volunteered to serve the Lord in their congregations with their contributions and talents, who have heard the call to offer their time, their strength, their professional abilities to magnify the name of the Lord in their churches in different areas.
I hope this message helps you believe that every effort will be rewarded, and in due time the Lord will honor your work, both in your home and in your congregation.
I am Eduardo Rodríguez.
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Jueces 5: Voluntarios Valientes.
Jueces 5:1-9: (Leer en sus biblias)
“Cuando escogían dioses nuevos, la guerra estaba a las puertas; y no se veía ni lanza ni escudo entre cuarenta mil en Israel. ¡Mi corazón está con los jefes de Israel! Los que voluntariamente se ofrecieron entre el pueblo: ¡Bendigan al SEÑOR!
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Este capítulo es un himno de declaración de victoria de Débora y Barac. El tema de este canto es contar cómo era la situación tan triste de un pueblo que estaba oprimido pero que ahora estaba siendo liberado, gracias a la actitud voluntaria de hombres y mujeres que tomaron la decisión de salir del temor y tomaron acciones valerosas ante el enemigo.
Cuando se hizo el llamado por toda la región de Israel, unas tribus en el norte aceptaron el llamado y otras tribus fueron negligentes, miedosas o indiferentes ante el problema de sus hermanos.
¡Pero gracias a Dios que levantó a miles con corazón dispuesto, que aunque tenían menos ventajas sobre el enemigo, ellos creyeron en la palabra de Dios y salieron confiando que el Señor estaba con ellos!
Al final del cántico se le da un honor especial a Jael, la mujer que Dios usó junto a Débora para darle la estocada final al enemigo, matando al rey de forma muy sutil, hábil y valerosa.
Aquí vemos la importancia de escuchar la voz de Dios y también de tomar acción y levantarse. Un corazón voluntario, dispuesto y valiente es aquel que da el primer paso de fe cuando muchos están dudando en darlo. Es aquel que pone primero el bienestar de otro que el de él mismo. Es el que arriesga todo porque ve que la recompensa es mejor. Lo hace por su familia y sus hijos. Lo hace creyendo en sus convicciones firmes y por sus principios de vida.
Hoy quiero reconocer la labor de aquellos hombres y mujeres que tomaron la decisión de unir sus vidas para levantar una familia bajo el temor de Dios, que renunciaron a otros planes y ambiciones personales por mantener el hogar unido, que declinaron ofertas buenas porque vieron que el hogar podría ser afectado, que sus hijos sufrirían y estarían más vulnerables ante los peligros del diario vivir.
Honramos a las madres que decidieron dedicarse a la crianza de sus hijos, renunciando a placeres personales e individuales y por años se desvelaron, madrugaron y se negaron a sí mismas por el bienestar de sus hijos.
En una sociedad donde muestran a los hijos como estorbos y hasta se ha aceptado el aborto porque ven a un bebe como obstáculo para poder prosperar, estas madres valientes creyeron a la Palabra de Dios que dice que los hijos son herencia del Señor, y aunque no han sido perfectas y han cometido errores en este trayecto de la crianza, dieron lo mejor de sí mismas, y se comprometieron delante de Dios a levantar hijos con principios y valores, como buenos ciudadanos para la sociedad.
Las que tienen su esposos, ellas han sido para ellos ese apoyo y respaldo, animando a su esposo y aconsejándolo con palabras de fortaleza, aconsejando con firmeza pero con compasión cuando está haciendo algo erróneo en el hogar.
También a aquellas que no tienen un esposo a su lado pero que han hecho al Señor como su esposo fiel, y se han levantado como Débora entre sus hijos como un pilar de provisión material pero también espiritual, una columna de fortaleza, como un faro que los guía en medio de la oscuridad.
Honramos a esos padres que no siguieron el ejemplo de sus amigos que tuvieron hijos pero nunca respondieron por ellos y vivieron vidas desordenadas, sin ningún propósito noble y admirable. Gracias, padres esforzados, porque se han mantenido fieles y perseverantes con su compromiso voluntario de amar, proveer y proteger. Por levantarse como un líder en el hogar y tomar las riendas espirituales de su familia, intercediendo por su matrimonio y sus hijos, peleándolos de rodillas y ganándole batallas espirituales al enemigo cuando ha querido destruir el hogar.
Gracias a todos aquellos que se han voluntariado para servir al Señor en su congregaciones con sus aportes y talentos, que han escuchado el llamado para ofrendar su tiempo, sus fuerzas, sus capacidades profesionales para engrandecer el nombre del Señor en sus iglesias en diferentes áreas.
Espero que este mensaje te ayude a creer que todo esfuerzo tendrá su recompensa, y a su tiempo el Señor honrará tu labor, tanto en tu hogar como en tu congregación.
Soy Eduardo Rodríguez.
🇺🇸
Judges 5: Courageous volunteers.
Judges 5:1-9:
Then Deborah and Barak the son of Abinoam sang on that day, saying: “When leaders lead in Israel, when the people willingly offer themselves, bless the Lord!
“Hear, O kings! Give ear, O princes! I, even I, will sing to the Lord; I will sing praise to the Lord God of Israel.
“Lord, when You went out from Seir, when You marched from the field of Edom, the earth trembled and the heavens poured, the clouds also poured water; the mountains gushed before the Lord, this Sinai, before the Lord God of Israel.
“In the days of Shamgar, son of Anath, in the days of Jael, the highways were deserted, and the travelers walked along the byways. Village life ceased, it ceased in Israel, until I, Deborah, arose, arose a mother in Israel. They chose new gods; then there was war in the gates; not a shield or spear was seen among forty thousand in Israel. My heart is with the rulers of Israel who offered themselves willingly with the people. Bless the Lord!
———————————————
This chapter is a Deborah and Barak victory declaration hymn. The theme of this song is to tell how the sad situation of a people was that was oppressed but now they were being liberated, thanks to the voluntary attitude of men and women who made the decision to get out of fear and took courageous actions against the enemy.
When the call was made throughout the region of Israel, some tribes in the north accepted the call and other tribes were negligent, fearful or indifferent to the problem of their brothers.
But thank God that He raised up thousands with willing hearts, that even though they had fewer advantages over the enemy, they believed in the word of God and went out trusting that the Lord was with them!
At the end of the song, a special honor is given to Jael, the woman that God used with Deborah to deliver the final blow to the enemy, killing the king in a very subtle, skilful and courageous way.
Here we see the importance of hearing the voice of God and also of taking action and getting up. A willing and courageous heart is one that takes the first step of faith when many are hesitating to take it. He is the one who puts the well-being of another before his own. He is the one who risks everything because he sees that the reward is better. He does it for his family and his children. He does so believing in his firm convictions and his principles of life.
Today I want to recognize the work of those men and women who made the decision to unite their lives to raise a family in the fear of God, who gave up other plans and personal ambitions to keep the home together, who declined good offers because they saw that the home could be affected, that their children would suffer and be more vulnerable to the dangers of daily life.
We honor the mothers who decided to dedicate themselves to raising their children, renouncing personal and individual pleasures and for years they kept awake, got up early and denied themselves for the well-being of their children.
In a society where children are seen as hindrances and abortion has even been accepted because they see a baby as an obstacle to being able to prosper, these brave mothers believed the Word of God that says that children are an inheritance from the Lord, and although they did not have been perfect and have made mistakes in this parenting journey, they gave the best of themselves, and they committed themselves before God to raise children with principles and values, as good citizens for society.
Those who have their husbands, they have been that support to them, encouraging their husband and advising with words of strength and advising firmly but compassionately when he is doing something wrong in the home.
Also to those who do not have a husband by their side but who have made the Lord their faithful husband and have risen up like Deborah among their children as a pillar of material but also spiritual provision, a column of strength, like a beacon that guides in the midst of darkness.
We honor those fathers who did not follow the example of their friends who had children but never vouched for them and lived messy lives, without any noble and admirable purpose. Thank you, hard working fathers, because you have remained faithful and persevering with your voluntary commitment to love, provide and protect. For rising up as a leader in the home and taking the spiritual reins of the home, interceding for your marriage and your children, fighting them on your knees and winning spiritual battles against the enemy when he wanted to destroy the home.
Thank you to all those who have volunteered to serve the Lord in their congregations with their contributions and talents, who have heard the call to offer their time, their strength, their professional abilities to magnify the name of the Lord in their churches in different areas.
I hope this message helps you believe that every effort will be rewarded, and in due time the Lord will honor your work, both in your home and in your congregation.
I am Eduardo Rodríguez.
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