Francesc-Marc Álvaro y Javier Melero charlan con el filósofo y escritor Joan-Carles Mèlich a partir de su última obra, 'La fragilidad del mundo', que recibió el premio Nacional de Ensayo 2022. Contrario a toda metafísica y a los libros de autoayuda, Mèlich hace un diagnóstico severo de nuestra época “de claroscuros y sombras” porque “la tarea de la filosofía es el presente”, una dimensión que no debe confundirse con la actualidad, del mismo modo “que no debe confundirse el silencio con el mutismo”.

Mèlich abomina de las utopías y de los conceptos en mayúscula, y remarca que “tenemos que aprender a vivir en el vértigo”. En sus escritos, evita la trampa de mezclar ética y moral a la vez que nos advierte de algo importante: “Convertir la democracia en un final de trayecto es muy peligroso porque genera buena consciencia”.

En sus páginas, este profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona se define como “el paseante” y, acompañado de la música de Leonard Cohen o Keith Jarret, se pierde por el camino de los filósofos, en Heidelberg, donde dialoga con Sócrates, Kant, Nietzsche, Canetti, Orwell, Primo Levi y Lorca, al que siempre regresa. Asegura que “las relaciones humanas decisivas necesitan tiempo”; quizás por ello transmite serenidad, incluso cuando se refiere a una de sus grandes aficiones secretas: las películas de zombis.