Poema nostálgico de "El Trovador de la luna"

Se quiebra el sueño en cada suspiro de nostalgia,
al dudar si el viento duele de rencor o si agrede en la distancia.
La magia se perdió y el adiós se escuda tras la ignorancia,
abocando al desamparo en las cenizas aun ardientes de la defenestrada elegancia.

No es nobleza de caballero dejar atrás al aliado,
no es digno de confianza cabalgar juntos a lomos de la voz
y apartarse como si nada de la causa.
No conoce la ética el verbo del suplicio,
no es correcto plantar barreras en el cruce de caminos
y no es de humanos vender al que una vez habías llamado "tu amigo".

Te da la espalda la suerte y te vence el dolor intermitente.
Y la mano que te dio cobijo no se muerde,
si te da calor se aprieta, se agarra fuerte,
para batallar juntos con honor hasta el día en que nos lleve la muerte.

Caíste en la sombra paladín valiente.
Olvidaste el acero en el campo de batalla,
Volviste la espalda por no mirar de frente,
el espejismo cegó tu mirada.
Y ese hechizo que nos hizo fuertes, ya sin poder,
se desvaneció cuando no pudo mas el alma.