El reporte de “Cabildeo en el siglo XXI: transparencia, integridad y acceso” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que esta actividad tiene un impacto en el resultado de las políticas públicas y, por tanto, en el bienestar y en la vida de la sociedad. Los conocimientos e información que los grupos de interés proporcionan a los gobiernos, ayudan a formular mejores políticas públicas. Sin embargo, como lo señala el reporte, el abuso en estas prácticas de cabildeo, como la influencia indebida a través de pruebas encubiertas o engañosas, o la manipulación de la opinión pública, puede resultar en políticas subóptimas, que dan como resultado una regulación excesiva, y la desconfianza de los ciudadanos en los procesos democráticos.

De acuerdo con la OCDE muy pocos países han abordado los riesgos del cabildeo en sus acuerdos de gobernanza a través de marcos de transparencia e integridad. En 2020, 23 de los 41 países analizados por la Organización tenían cierto nivel de transparencia sobre estas actividades. Mejorar la transparencia y la integridad del proceso público de toma de decisiones es una prioridad en las agendas de muchos gobiernos.

La encuesta realizada, en este mismo reporte, a cabilderos señala que, estos, coinciden en que las regulaciones sobre el cabildeo han incrementado la transparencia, y se ha reconocido al cabildeo como una actividad legítima.

En la “Revisión de la OCDE sobre integridad del estado de México: Habilitación de una cultura de integridad”, el Organismo reconoce que nuestro país cuenta con un marco regulatorio sólido para promover un ambiente de control orientado a la integridad pública. Pero a México todavía le hace falta contar con mecanismos más eficientes y claros que no sean concebidos como meros trámites que no contribuyen a asegurar el logro de los objetivos institucionales.

La OCDE ha manifestado que un sistema de integridad fuerte y transversal en todos los niveles de gobierno, que involucre al sector privado y a la sociedad en su conjunto, es esencial para combatir la corrupción. Claro este sistema debe tener valores y principios bien definidos, leyes, normas y sanciones claras.