DÃa 12: ¡Mi vida no es mÃa!
Si nos ponemos en la piel de MarÃa, algo que sorprende es la rapidez con que dice que sà a lo que Dios le pide, la generosidad ante su vocación. ¿Sabes por qué actúa asÃ? Porque es consciente de algo muy importante que muchos no sabemos, o si lo sabemos enseguida lo olvidamos: su vida no es suya. GarcÃa Morente, filósofo no creyente, se convirtió al darse cuenta de esto. Él lo explica con estas palabras que, aunque no son fáciles, si las lees con atención verás qué interesante:
"Mi vida, los hechos de mi vida, se habÃan realizado sin mÃ, sin mi intervención (se refiere al trabajo que tenÃa, las amenazas que recibió, tuvo que emigrar dejando a su familia .... ). Yo los habÃa presenciado pero en ningún momento provocado. Me pregunto, entonces: ¿Quién pues, o qué era la causa de esa vida, que siendo mÃa, no era mÃa? Lo curioso era que todos esos acontecimientos pertenecÃan a mi vida, pero no habÃan sido provocados por mÃ; es decir, no eran mÃos. Entonces, Por un lado, mi vida me pertenece, pero, por otro lado, no me pertenece, no es mÃa, puesto que su contenido viene en cada caso producido y causado por algo ajeno a mi voluntad". Sólo encontraba una solución para entender la vida: algo o alguien distinto de mà hace mi vida y me la entrega.
Madre mÃa, enséñame esta lección: Mi vida es mÃa y no es mÃa. Alguien distinto de mà hace mi vida y me la entrega. Yo, con libertad la vivo como quiero, pero hay Otro que me la entrega con un para qué, con un fin, con una misión. Por eso mi vida es mÃa y es de Dios: somos copropietarios. Mi vida es para Dios, y por Él, para los demás, porque libremente quiero hacer el bien.
Ahora puedes seguir hablando a MarÃa con tus palabras, comentándole algo de lo que has leÃdo.