Parece un lenguaje lleno de seguridad y de poder, pero ¿qué nos enseña la Biblia sobre la oración de petición? Aquí estudiamos brevemente algunos textos:

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. (Mateo 7,7)

¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿Y si le pide un pez, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden? (Mateo 7, 9-11)

Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas. (Marcos 11,24)

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. (Santiago 4,3)

Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. (1 Juan 5, 14)