Cuentos de la India: NI TÚ NI YO SOMOS LOS MISMOS. resumen por Arturo Ignacio Siso Sosa
Oct 30, 2020 ·
1m 21s
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Description
NI TÚ NI YO SOMOS LOS MISMOS El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la...
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NI TÚ NI YO SOMOS LOS MISMOS
El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y
desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre
celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.
Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca
desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del
Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido permaneció impasible,
sin perder la sonrisa de los labios.
Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
--¿No estás enfadado, señor?
--No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
--¿Por qué?
Y el Buda dijo:
--Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.
*El Maestro dice: Para el que sabe ver, todo es transitorio: para el que sabe amar, todo es perdonable.
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El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y
desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre
celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.
Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca
desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del
Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido permaneció impasible,
sin perder la sonrisa de los labios.
Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
--¿No estás enfadado, señor?
--No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
--¿Por qué?
Y el Buda dijo:
--Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.
*El Maestro dice: Para el que sabe ver, todo es transitorio: para el que sabe amar, todo es perdonable.
Information
Author | Arturo Siso Sosa Caracas |
Organization | Arturo Siso Caracas Madrid |
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